Semántica Disensual

Por: Eduardo Elías Lasprilla

Es la tercera semántica en la historia de la lingüística, después de la clásica de Michel Bréal y la general de Alfred Korzybski. El rico y maravilloso contenido de la semántica disensual, cuya paternidad le pertenece al doctor Lasprilla, está consignado en los 8 tomos de la serie semántica, por él publicada. De tal manera que, si usted señor lector, está interesado en conocer dicho descubrimiento, puede acceder al estudio de dichas obras. La semántica disensual, con su rica alteronimia, nos permite llamar las cosas por sus nombres, evitando la permisiva y tóxica sinonimia, que nos impide el conocimiento real de los referentes de la Realidad. De esta forma se nos escapa el estatus ontológico de los mismos, impidiéndonos capturar relaciones válidas, entre los componentes de la Realidad, que es lo que se llama pensar. El lenguaje ordinario o consensual constituye el instrumento, fallidamente comunicativo, de la vasta infrahumanidad, permitiendo que la mentira, la farsa y la hipocresía se entronicen en el colectivo, con cédula de ciudadanía y que hace que la mal llamada sociedad humana, que de suciedad lo tiene todo y de humana, sí que nada, viva en una total ilusión, que los grandes Maestros de la Espiritualidad denominan Maya desde el comienzo de los tiempos.

Y para aquellos que, de esto nunca han escuchado nada, y, por ende, les resulte de difícil aceptación, se les cita a renglón seguido, a autores de connotada nombradía, que del tema saben mucho y, por lo tanto, son dignos de ser leídos. Jacques lacan: “Una vez que se aprende a hablar, ya no hay salida.” Hamann: “El lenguaje constituye la fuente de todos los malentendidos de la Razón consigo misma.” Korzybski: “La estructura del lenguaje determina la percepción que de la Realidad tengamos.” Wittgenstein: “El lenguaje ordinario es la fuente de todas las confusiones de las que está atestada la filosofía.” Lacan: “El lenguaje ordinario es el instrumento de la mentira.” Korzybski: “La semántica del lenguaje ordinario funciona de manera patológica.” Korzybski: “al no llamar las cosas por sus nombres, terminamos en la psicosis.” Pániker: “Andamos embrutecidos en la sociedad y alienados en el lenguaje.” Y bien se podría seguir con las citas, pero no disponemos de espacio para las mismas.

La idea es la de que los interesados en el tema comprendan que la Fundación tiene como uno de sus objetivos el de aportar luz sobre el asunto y las obras del doctor Lasprilla son de gran importancia para dicha comprensión. Respetado lector, el que no sabe hablar, no sabe pensar y quien no sabe pensar, no sabe vivir y quien no sabe vivir, no puede disfrutar la vida sin enfermar. Esto significa, nada más, pero tampoco, nada menos, que el mal uso del lenguaje, al que nos conduce su desconocimiento, nos lleva a los brazos de la enfermedad, sin que nos percatemos del asunto. Y terminamos el escrito con las palabras de Antístenes, el connotado filósofo helénico: “Toda nueva enseñanza debe comenzar por el estudio del lenguaje.”

Diccionario Prehispanico de Dudas

El doctor Eduardo Elías Lasprilla es uno de los autores referenciados en el Diccionario Panhispánico de Dudas de la Real Academia Española, en la sección Fuentes citadas=Nómina de autores, como ejemplo de dicción del buen uso de la lengua de Cervantes.

Lasprilla Reflexiones = Lasprilla, Eduardo Elías: Reflexiones críticas sobre medicina clásica y homeopatía. Buenos Aires: Albatros, 1991.

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