Foto Curso Equinorte

Semántica Disensual en la Gestión Empresarial

LO QUE TODO EMPRESARIO DEBERÍA SABER

Por: Eduardo Elías Lasprilla

En el entendido de que es el primer texto sobre el tema, en tanto y en cuanto soy el padre de esta semántica, la tercera en la historia del Planeta, después de la semántica clásica de Bréal y la semántica general de Korzybski, y después de haber incursionado exitosamente en la asesoría empresarial, por varios años, en una gran empresa de la ciudad, me doy a la tarea de poner a la discrecionalidad de los interesados en el asunto esta temática. El hecho de que además de la empresa citada, ya otra entidad se haya interesado en mi asesoría semántico-disensual, a nivel universitario, me da pie para dar comienzo a este artículo y así continuar, propagando la información acerca de esta nueva temática, que tanta falta hace, en los más diversos campos de la facticidad.

No hay sector alguno del saber, ni del hacer humano, que escape a la óptica inquisidora de la semántica disensual y como quiera que, constituye el principal instrumento de la Post-Post-Modernidad, todo, absolutamente todo, cuanto hasta hoy el hombre ha dicho y hecho, debe ser revisado a la luz de la disensualidad semántica, si tenemos la mínima intuición de lo grave que nos espera en dicha Era, de no intentarlo ya. No puedo, por cuestiones de espacio, reiterar aquí, todo cuanto ya he explicado en mis obras anteriores sobre los fundamentos de esta semántica.

Al empresario de viejo y nuevo cuño, tanto a nivel nacional, como internacional, sólo le interesa el crecimiento económico exponencial, aun cuando mañana colapse, de la más estrepitosa manera, por haber descartado, por las razones que fueren, es igual, el crecimiento natural, el único garante de la sustentabilidad de toda empresa. Con suma frecuencia veo en los medios hablados, escritos o televisivos, igual que a nivel parlamentario, ministerial y presidencial, el error de llamar sostenibilidad, lo que debería categorizarse como sustentabilidad. Lo mismo que hablar de desarrollo sostenible, en vez de sustentable, que es lo correcto, y paso a explicar por qué. Sostener es el verbo incoativo de sustentar o, si usted así mejor lo quiere, sustentar es el frecuentativo de sostener. El verbo incoativo tiene valor inmediato, en un momento dado, pero no se extiende más allá en el tiempo, por su naturaleza sincrónica. El frecuentativo, por el contrario, permanece vigente a través del tiempo, por su esencia diacrónica. Y lo que le interesa a un empresario, no es que su empresa sea exitosa hoy y colapse mañana, sino que sea exitosa hoy, mañana y siempre. Es decir, que sea sustentable en el tiempo. Pero eso lo ignoran los empresarios, porque no saben llamar las cosas por sus nombres, ya que en su ignorancia semántica no logran percibir la importancia del lenguaje en la gestión empresarial y así denominan mal los procesos, desubicándoles sus estatus ontológicos, sembrando el caos en la complejidad empresarial, queriendo arreglar después a las patadas los problemas creados por la mala lectura de los observables del caso. La estructura de consciencia que crea el problema no está en condiciones de resolverlo, por obvias razones. Esto está sujeto a las limitaciones específicas de las estructuras de consciencia. Lo que exponencialmente crece, exponencialmente colapsa. Y esto es así, dado que una empresa corresponde al ámbito de la bío-complejidad y ésta tiene sus propias leyes y, quien las ignore, habrá necesariamente de fracasar. Sustentabilidad es garantizar la buena marcha de un proyecto, sin perjudicar el bienestar de la posteridad.

Logo Equinorte

Testimonio Guillermo Cepeda – Presidente Equinorte S.A.